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Un país reprobado en materia de agua; cae satisfacción por calidad y pureza.

Excélsior

MÉXICO SOCIAL / MARIO LUIS FUENTES / WWW.MEXICOSOCIAL.ORG

Uno de los grandes problemas que enfrenta México es la inmensa cantidad de agua potable que se pierde en las fugas de la tubería de la red pública.

México enfrenta una severa crisis hídrica y uno de los periodos de sequía más intensos en las últimas décadas. Pero esto se da en un contexto en el que históricamente se han tenido severos problemas de acceso y suministro, y en el que no hay una sola entidad de la República que pueda considerarse como ejemplar, al menos no por lo que los ciudadanos han evaluado en la materia.

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Un deficiente suministro

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG), el nivel de satisfacción de la población respecto del suministro constante de agua potable ha caído de manera importante entre los años 2019 y 2023. En efecto, los datos del Inegi muestran que, en 2019, 62.4% de la población de 18 años y más de zonas urbanas, se sentía satisfecha con esa dimensión del servicio de agua potable. Para 2021, el Inegi reportó un descenso a 57.7% de población satisfecha; con un nuevo descenso a 52.3% en la medición realizada en 2023; es decir, hubo una caída de 10 puntos porcentuales entre los años considerados.

Se diluyen pureza y calidad

Según los datos del mismo instrumento de medición, en 2019, 62.4% de la población se consideraba satisfecha con el nivel de pureza y calidad del agua que recibían en sus viviendas; para 2021 se registró una disminución a 60.8% de la población residente en áreas urbanas de 100 mil habitantes o más; mientras que en 2023, el porcentaje cayó a 56.2%; es decir, una reducción de seis puntos porcentuales en el periodo.

Cae la percepción de potabilidad

El Inegi define en la ENCIG a la potabilidad como la calidad del agua que es considerada como bebible, tomada directamente de la llave, sin temor a enfermarse. Considerando eso, en 2019 únicamente 25.1% de la población le asignaba esa cualidad al agua que recibía en sus casas; en 2021, el porcentaje tuvo un descenso a 24.4%; mientras que en la medición de 2023 la caída registrada llegó a únicamente 20.9%, es decir, prácticamente cuatro puntos porcentuales menos que cuatro años atrás.

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Fugas interminables

Uno de los grandes problemas que enfrenta México es la inmensa cantidad de agua potable que se pierde en las fugas de la tubería de la red pública.

De acuerdo con varias estimaciones, en las áreas urbanas se llega a perder entre el 40 y el 60% del agua en fugas.

En ese sentido, la evaluación ciudadana sobre ese tópico se dijo satisfecha sólo en un 39.2%; para 2021, la satisfacción respecto de un sistema de agua sin fugas descendió a 35.9%; mientras que en el 2023 se tuvo una ligera mejoría, llegando a 36.6%; indicador que, sin embargo, fue menor al registrado en 2019.

Un país reprobado

Considerando los factores mencionados, así como si la fuente principal del agua potable que se recibe es de la red pública, el Inegi estimó que, 2019, 56% de la población se decía satisfecha con el servicio de agua potable en sus ciudades. Para 2021, se tuvo una reducción en ese dato, llegando a 53.7%; mientras que para 2023 la estimación descendió nuevamente a únicamente el 50.7% de la población.